En Viñales, en la provincia de Pinar del Río , se encuentran los Moseguí, una destacada familia de agricultores que ha logrado convertirse en un referente en la zona gracias a su dedicación al cultivo del tabaco. Sin embargo, su historia no se limita solo a esta tradicional actividad agrícola, ya que desde el año 2015 han decidido diversificar sus producciones y apostar por prácticas sostenibles que les han permitido formar parte del proyecto Ecovalor.
Ecovalor es una iniciativa respaldada por el Fondo de Medio Ambiente Mundial (GEF) que busca promover la generación de beneficios ambientales múltiples basados en la valoración económica de bienes y servicios ecosistémicos. En este sentido, los Moseguí han sido seleccionados para formar parte del polígono municipal ubicado en el poblado de San Cayetano, donde se implementan medidas para la conservación de suelos, agua y bosques bajo un enfoque de manejo sostenible. Este proyecto tiene como objetivo principal enfrentar los efectos del cambio climático y fomentar buenas prácticas agrícolas en todo el país.
La familia Moseguí ha bautizado a su polígono con el nombre «Los Moseguí», en honor a su apellido y como símbolo de su arraigo e identificación con estas tierras. El polígono está compuesto por tres fincas: El Paraíso, propiedad de Gilberto Moseguí Barredo; La Panchita, propiedad de Dorian Acosta Moseguí; y La Llanada, propiedad de Leonardo Alberto Cabrera Moseguí, padre de Adel Cabrera Pérez, quien no solo es el coordinador del polígono, sino que también trabaja activamente en las tierras junto a sus primos.
La diversificación de las producciones ha sido uno de los principales logros de los Moseguí en los últimos años. Además del cultivo del tabaco, han incursionado en la producción de otros cultivos poco comunes para zonas tropicales, como la canela, la granada, el melocotón, la mora y la manzana. Esta apuesta por la diversificación les ha permitido ampliar su oferta agrícola y explorar nuevas oportunidades de mercado.
Sin embargo, la familia Moseguí no se ha limitado solo al cultivo de alimentos. También han establecido una minindustria que les permite aprovechar al máximo toda su producción y dar oportunidades laborales a las mujeres de la comunidad. Esta minindustria se encarga de procesar y transformar los productos agrícolas en diferentes productos derivados, como mermeladas, licores y otros productos artesanales. De esta manera, los Moseguí han logrado agregar valor a sus productos y diversificar sus fuentes de ingresos.
Pero la contribución de los Moseguí no se limita solo a su producción agrícola. También han puesto su mirada en la conservación del medio ambiente y la protección de los recursos naturales. En este sentido, han destinado parte de sus tierras a un bosque que funciona como corredor de aves endémicas y migratorias. Este bosque no solo contribuye a la conservación de la biodiversidad de la zona, sino que también les permite disfrutar de un entorno natural único y promover el turismo ecológico en la región.
El proyecto Ecovalor ha sido fundamental para el desarrollo y fortalecimiento de las actividades de los Moseguí. Gracias a este proyecto, han recibido importantes insumos y recursos que han impulsado su producción agrícola. Entre estos insumos se encuentran un sistema de riego moderno y eficiente, equipo de cómputo para mejorar la gestión de sus cultivos, un tractor y una trilladora que facilitan las labores agrícolas.
Además de los insumos materiales, los Moseguí también han recibido capacitación y asesoramiento técnico por parte del equipo del proyecto Ecovalor. Estas capacitaciones les han permitido mejorar sus conocimientos sobre buenas prácticas agrícolas, conservación del suelo y manejo sostenible de los recursos naturales. Gracias a estas capacitaciones, han podido implementar técnicas más eficientes y sostenibles en sus cultivos, evitando así la degradación del suelo y mejorando la calidad y productividad de sus cosechas.
Pero el compromiso de los Moseguí va más allá de su propia producción. Conscientes de la importancia de compartir sus conocimientos y experiencias con otros agricultores, han decidido dedicar parte de su tiempo a capacitar a los campesinos de la zona. A través de charlas, talleres y visitas guiadas a su polígono, comparten sus prácticas exitosas y promueven el intercambio de ideas entre agricultores. Además, también se dedican a incentivar el amor por la agricultura entre los más pequeños de la comunidad, organizando actividades educativas y lúdicas para acercarlos al campo y enseñarles sobre el valor y la importancia de la agricultura sostenible.
Los Moseguí son un ejemplo inspirador de cómo la agricultura puede ser una actividad económica sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Su dedicación al cultivo diversificado, su compromiso con la conservación del medio ambiente y su participación activa en proyectos como Ecovalor demuestran que es posible lograr un equilibrio entre el desarrollo agrícola y la protección de los recursos naturales.
Su historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles en el sector agrícola y nos muestra que cada pequeña acción cuenta para construir un futuro más verde y resiliente.
Con información e imágenes de Guerrillero
